Ensayo donde conviven pasado y presente, un cruce entre la diáspora armenia, atravesado por el imaginario del desierto y la borradura ligada a la memoria y el olvido. Una mezcla de documental autobiográfico, un diario personal y, a la vez, el retrato de mi abuelo Wassib, sobreviviente del genocidio armenio.
El proyecto está enraizado con la experiencia de haber estado trabajando la cuestión de la diáspora en mi último documental Acá y acullá (2018) que fue el resultado de un taller de cine que dicté en un colegio armenio en el conurbano sur de buenos aires en el año 2015, al conmemorarse los 100 años del genocidio armenio. Atravesado por el espacio simbólico del aula, de los discursos y dispositivos de las generaciones y sus representaciones, Acá y acullá se va construyendo en un entretejido intergeneracional que indaga múltiples abordajes, relatos e imágenes a partir del diálogo entre varias generaciones de la diáspora en Argentina.
En los últimos tiempos volví a escribir notas y grabar algunas imágenes personales que habían quedado fuera de aquel retrato colectivo. Así fue creciendo la propuesta de Popurrí, nombre que surge naturalmente por las características múltiples del proyecto.
Es, precisamente, por su naturaleza polisémica (la pluralidad de significados que entraña) que la palabra popurrí abarca me permite elaborar y proyectar, a la vez, múltiples lecturas y relatos.
Como un híbrido que se nutre de varias fronteras (lo poético, lo histórico y lo real) Popurrí puede considerarse como obra mutante, indefinible en sus límites y movimientos.
Es posible entonces percibir en este diario personal teñido de autorretrato cómo plano tras plano hay una subjetividad que explora la realidad y que también trabaja con su propio imaginario, un rompecabezas, una amalgama entre el pasado y el presente.
Así nació y crece este documental, trabajando en imágenes como anotaciones. Procuro hacerlas dialogar en una especie de álbum, a modo de notas del trabajo en el transcurso de los días: ensayando naturalezas muertas (como un ejercicio activo y performático ligado al paso del tiempo, componiendo imágenes a partir de animales, flores y objetos), buscando imágenes del desierto, sonidos, grabando fotos, reencuadrándolas, balbuceando palabras, intercambiando imágenes y sentidos, conformando escenas a lo largo de todo el trabajo que se comunican entre ellas armando una colección, una constelación, una mezcolanza particular.